Sé honesto con tus inversionistas
Recién cuando ocupé el rol de inversionista en startups, es cuando me percaté de varios errores que cometí como emprendedor y los que…
Recién cuando ocupé el rol de inversionista en startups, es cuando me percaté de varios errores que cometí como emprendedor y los que cometen otros constantemente. Uno de ellos, el no ser completamente transparente con sus inversionistas.
La vida del emprendedor es bastante difícil, uno vive en constante incertidumbre. Barajando múltiples retos a la vez y buscando la viabilidad económica del negocio. Todo esto para lanzar un producto o servicio que sea tan innovador que le gane a las empresas ya establecidas en el mercado. El clásico ejemplo de David versus Goliat. Pero pensamos que como emprendedores estamos solos y nos olvidamos de uno de nuestros mejores recursos que nos pueden ayudar, nuestros inversionistas. Que al final del día, son nuestros socios.
Puedo hablar por experiencia que fallamos en darle un buen uso al apoyo que nos ofrecían nuestros inversionistas cuando emprendimos nuestra startup de biotech en Silicon Valley. Pudimos haberles contado nuestros problemas pero no lo hicimos, tan solo nos acercábamos a ellos para contarles las buenas noticias, pedirles favores, contactos y más dinero.
Pero habríamos aprovechado mejor el tiempo, si les hubiésemos pedido ayuda para que nos asesoren con nuestros problemas. Por ejemplo, estábamos buscando una solución a un nicho de mercado muy pequeño sin darnos cuenta, nuestra tecnología fallaba constantemente por lo que se atrasaban los tiempos y teníamos constantes peleas en el equipo que se intensificaban cuando estábamos cortos de dinero. Nada garantizaba que todo se resolvería con tan sólo conversarlo con nuestros inversionistas, pero estoy totalmente seguro que hubiera ayudado.
Si suena tan maravilloso, ¿por qué decidimos no hacerlo? Por que son conversaciones difíciles y las evitamos. Tenemos miedo que perjudique nuestra imagen ante el inversionista, teniendo como resultado que no nos apoye en una futura ronda o evite referirnos a otros inversionistas. Sin embargo, es todo lo contrario, sería aún peor fracasar antes que suceda una próxima ronda o que nuestro inversionista se entere de nuestros problemas por otras fuentes. Hoy entiendo ambas partes, lo viví como emprendedor y luego lo experimenté como inversionista. Me llegaban frecuentemente las buenas noticias de nuestras startups, pero raras veces las malas.
No tengas miedo en acercarle tus problemas a tus inversionistas. Si son profesionales, estarán preparados para entenderlos y preferirán ayudarte antes que sea muy tarde. Ellos saben en qué negocio están involucrados y los riesgos que envuelve este trabajo. Es más, valorarán muchísimo haber apoyado a un buen emprendedor a pesar que su negocio no prosperó porque saben que en un futuro, si les vuelves a tocar la puerta, te volverán a financiar. ¿Cómo lo sé? Cuando le informamos a nuestro primer inversionista, el que tomó el mayor riesgo de todos, su respuesta nos sorprendió. En pocas palabras nos dijo que sabe por lo que hemos pasado y que la puerta está abierta para volver a invertirnos en el futuro. Si desean leer el mensaje completo, pueden verlo en este artículo que escribí en el pasado.
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